Ahorra energía gracias a la iluminación

La luz cada vez está más cara, las facturas se han incrementado un 40% con respecto a años anteriores y la llegada del recibo a final de mes supone un verdadero quebradero de cabeza para muchas familias.

En ocasiones caemos en el error de focalizarnos en reducir el consumo de luz sin saber realmente el tipo de tarifa eléctrica que tenemos contratada en el suministro. Si estamos en el mercado regulado nos tendremos que informar del precio de la luz hoy hora por hora, ya que el coste irá variando cada día y cada hora, mientras que, si estamos dentro del mercado libre, tendremos un precio fijado en nuestra factura. En el último caso, es recomendable hacer una comparativa entre las diferentes comercializadoras para comprobar que el precio del kWh es lo más barato posible.

Obviamente, esto influye de manera directa en la reducción del recibo, pero también es fundamental tener un buen proyecto de iluminación, adaptado a las necesidades reales de consumo de nuestra vivienda.

A continuación, te vamos a dar las pautas para pagar por la luz que necesitas en tu hogar y no malgastar ni un vatio de manera innecesaria.

Elige las bombillas adecuadas

Sustituir las bombillas tradicionales por luces LED suponen un gran ahorro energético, consumen un 80% menos que los halógenos y un 90% menos que las bombillas incandescentes.

Además, poseen una gran eficiencia, tanto energética como luminosa, debido a su encendido instantáneo, que permite aprovechar la energía desde el primer segundo, y tienen una vida útil de 15 a 20 años, 8 veces más que el resto de bombillas.

La llaman iluminación ecológica por su efecto beneficioso para el medio ambiente al no utilizar mercurio o gases que producen efecto invernadero e incrementan el calentamiento global.

Opta por el autoconsumo fotovoltaico en exteriores

Apostar por soluciones solares como el autoconsumo solar en los espacios exteriores nos ayudará a reducir notablemente nuestra factura. A través de los paneles solares, durante el día convierten la radiación del sol en energía eléctrica y la almacenan una batería, de esta manera, iluminan el jardín durante toda la noche,

Un buen ejemplo son las lámparas solares, que cargan su batería durante el día cuando hay luz solar y, cuando se detecta que no hay luz, se encienden automáticamente. Funcionan sin ningún tipo de instalación ni cables, son autónomas y pueden llegar a asegurar hasta 8 horas de luz cuando sus batería está completamente cargada.

Instala accesorios para economizar la luz

Algunos de los elementos más comunes son:

- Los reguladores de luz permiten aumentar o disminuir la intensidad en función del momento o de la actividad que se esté realizando. Se pueden controlar con un mando a distancia o colocarlo directamente en el cable de la lámpara.

- Los detectores de movimiento automatizan el apagado y el encendido de la luz, en las zonas de paso, por ejemplo, en la entrada, en habitaciones de poco uso o en el exterior. De esta manera se gasta únicamente la energía que se utiliza evitando que las luces se queden encendidas por error durante largos periodos de tiempo.

- Los relojes o programadores permiten controlar el consumo, apagando y encendiendo la luz a una hora predeterminada.

Elige lámparas con un buen rendimiento lumínico

A la hora de elegir una lámpara, es muy importante tener en cuenta su eficacia luminosa (lm/W). Serán mejores aquellas que emitan la misma cantidad de luz o lúmenes (lm), con menos requerimiento consumo energético o potencia (W).

Asimismo, es muy importante calcular la potencia eléctrica necesaria para optimizar el consumo energético y la parte fija en nuestra factura de luz, para ello, podemos solicitar un informe gratuito sobre la potencia mínima que requiere nuestra instalación eléctrica y poder reducirla sin tener ningún problema.