Fuente de alimentación LED: ¿Cuál necesito?

person Publicado por: Sandra Iluminación Coben list En: Iluminación En: comment Comentario: 0 favorite Visto: 43

Cuando se habla de iluminación LED, la elección de la fuente de alimentación adecuada es clave para asegurar un rendimiento seguro y eficiente. Una fuente bien calculada prolonga la vida útil de la instalación, evita fallos prematuros y contribuye a un menor consumo energético. En este artículo de Iluminación Coben repasaremos los criterios básicos para identificar qué tipo de fuente de alimentación LED se ajusta mejor a cada proyecto de iluminación.

Cómo calcular la fuente de alimentación LED

La fuente de alimentación, o driver LED, es el componente encargado de proporcionar a las luminarias la tensión y corriente exactas que necesitan para funcionar de forma estable. A diferencia de otros sistemas de iluminación, los LED no pueden conectarse directamente a la red eléctrica, ya que requieren un suministro constante y controlado para evitar daños y garantizar un rendimiento duradero. Por ello, conocer cómo calcular la potencia adecuada de la fuente es fundamental para asegurar tanto la eficiencia energética como la vida útil de la instalación.

Lo primero es identificar el voltaje con el que trabaja la luminaria o la tira LED. Este dato aparece siempre en las especificaciones técnicas del fabricante. Es esencial elegir una fuente de alimentación que entregue exactamente el mismo voltaje (12V, 24V, etc.), ya que una discrepancia podría dañar el sistema o impedir que funcione.

Una vez definido el voltaje, se calcula la potencia total sumando el consumo de todos los elementos a instalar. En el caso de las tiras LED, basta multiplicar la potencia por metro indicada en la ficha técnica por los metros que se van a colocar. Como recomendación práctica, conviene elegir un driver que ofrezca un pequeño margen adicional, entre un 10 y un 20 % más de potencia, para garantizar seguridad y prolongar la vida útil de la fuente.

La cantidad de diodos conectados influye directamente en la corriente necesaria. Si los LEDs se montan en paralelo, la fuente deberá suministrar más corriente; en cambio, si van en serie, lo que aumenta es el voltaje requerido.

Determinar si la instalación será en serie, en paralelo o una mezcla de ambas configuraciones resulta clave, ya que de ello depende el comportamiento eléctrico final. Cada opción repercute en cómo se distribuye la tensión y la corriente, y por tanto, en el tipo de driver más adecuado. 

Tipos de fuentes de alimentación LED

En el mercado encontramos dos grandes tipos de drivers LED, cada uno diseñado para aplicaciones específicas.

Fuentes de voltaje constante

Son aquellas que mantienen una tensión fija en la salida, sin importar si hay más o menos carga conectada. Lo habitual es encontrarlas en valores como 5V, 12V, 24V, 36V o 48V DC. Este tipo de fuente es la más común en tiras LED de bajo voltaje, que suelen estar diseñadas para funcionar a 12V o 24V. En estos casos, basta con comprobar en la etiqueta de la tira qué voltaje necesita y adquirir un driver con el mismo valor.

Fuentes de corriente constante

En este caso, lo que la fuente mantiene estable es la intensidad de corriente, expresada en miliamperios (mA). Algunos valores habituales son 240mA, 500mA o 1500mA. La tensión de salida varía en función del número de LEDs conectados en serie, pero la corriente permanece fija.

Este tipo de drivers se emplea sobre todo en luminarias LED acabadas, como downlights, paneles o sistemas lineales de iluminación, donde los diodos no incorporan un regulador propio y necesitan un suministro de corriente controlado para garantizar un funcionamiento seguro.

Métodos de regulación en drivers LED

Además de seleccionar la fuente de alimentación en función del voltaje o la corriente, en muchos proyectos también se requiere controlar la intensidad de la luz. Para ello, los drivers LED pueden incorporar distintos sistemas de regulación que permiten ajustar el flujo luminoso de forma flexible:

Encontramos la regulación por corte de fase (leading y trailing-edge), que se basa en recortar parte de la onda de la tensión de red, ya sea al inicio (leading-edge) o al final (trailing-edge) de cada ciclo, lo que permite un control progresivo de la luz sin necesidad de una línea de control adicional.

Por su parte, la regulación 1-10V y 0-10V utiliza una señal analógica enviada a través de dos hilos de control. Según el nivel de voltaje aplicado, la luminaria reduce o incrementa su intensidad. Es un sistema extendido en aplicaciones profesionales por su sencillez y fiabilidad.

Por otro lado, la regulación Push-Dim aprovecha un pulsador convencional para encender, apagar y ajustar la intensidad de la luminaria, sin necesidad de instalar controladores externos más complejos.

Por último, la regulación DALI es un protocolo digital estandarizado que permite un control individual o grupal de hasta 64 dispositivos por línea. Ofrece gran flexibilidad al poder programar escenas, reorganizar grupos de luminarias y recibir información de los equipos, lo que lo convierte en una solución robusta y escalable en entornos avanzados.

Elegir la fuente de alimentación LED adecuada implica tener en cuenta el voltaje, la corriente y la potencia total de la instalación, así como los posibles sistemas de regulación que se requieran. Un driver bien dimensionado no solo garantiza el correcto funcionamiento de las luminarias, sino que también prolonga su vida útil, mejora la eficiencia energética y ofrece mayor flexibilidad en el control de la iluminación.

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